martes, 28 de octubre de 2014

Día 2 “El fondo del abismo”

¿Qué pasa cuando caes al abismo?
Tiene que haber un detonante que te haya mandado al abismo, ¿no? Una razón lo suficientemente fuerte que haya causado que una persona como tú, fuerte cayera…
Y cuando ya te encuentras cayendo no puedes evitarlo, y si puedes no quieres, simplemente te dejas caer, algunas veces llevándote algo a tu paso.
¿Eras feliz, no? ¿Qué pasó? ¿Por qué caíste? ¿Acaso fuiste lo suficientemente fuerte para mantenerte? Ojala tuviera las respuestas para esas preguntas.
Pero ahora estas ahí, en el abismo. En el fondo del abismo. Donde todo es oscuridad y soledad, estás asustada, no sabes que sucede, ni cómo es que has llegado a ese terrible lugar. Pero somos humanos, nos adaptamos rápido, todo con tal de sobrevivir. Y entonces, te adaptas a esa oscuridad, a esa soledad.
Pero no puedes evitar sentirlo, sentir ese terrible dolor en el pecho, ahí donde se supone esta tu corazón. Se supone porque muy posiblemente ha quedado hecho trizas. Destruido. No puedes evitar llorar por cualquier cosa, y ese agujero en el pecho duele, duele terriblemente y sientes que nunca vas a mejorar, sientes que siempre vas a estar así.
¿Y luego?
Creo que te acostumbras al dolor, a la soledad, a la oscuridad, y crees que eres fuerte, pero no es así, estas en el fondo ¿recuerdas? Sigues ahí y ahí seguirás hasta que no decidas salir de ahí. Mientras sólo buscas algo que te distraiga, algo que te haga sentir bien aunque sea por un momento.
Pero sólo te engañas, no estas mejorando. Sólo estas alargando tu suplicio…
¡Cómo si fuera tan fácil salir del fondo del abismo!
-BELLA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario